El Capricho, Orenes y Cirsa han sido las entidades que han solicitado a la Consejería de Hacienda y Administración Pública andaluza que se les conceda la adjudicación del nuevo casino de Granada, el primero que se gestionaría en la localidad del sur de España.
Estas han sido, de acuerdo con la información de los compañeros del diario Ideal, las tres empresas que optan a hacerse con el permiso de operaciones del que sería el sexto casino de juegos en tierras andaluzas después de los centros de Marbella y Benalmádena (Málaga), Puerto de Santa María y San Roque (Cádiz) y Tomares (Sevilla).
Y es que los datos económicos arrojados por estos cinco casinos a lo largo del año, que se eleva a los 12 millones de euros brutos de ganancias, son un motivo de peso para los empresarios de la zona, que han visto en Granada una ciudad con un potencial para obtener beneficios de una magnitud similar.
En este sentido, las tres posibles ubicaciones en las que se implantaría el salón de juegos serían: el Complejo el Capricho en Monachil, un edificio de la carretera de Armilla en Orenes y el Hotel de Granada de la Chana que se encuentra junto a la casa de apuestas Cirsa.
El trio de opciones cumple con los dos requisitos que la Junta señaló como esenciales en las condiciones para la adjudicación: ser sociedades anónimas con un capital social en acciones nominativas de al menos 2 millones y medio de euros y que las instalaciones en las que se ubique el casino se encuentren en un radio inferior a 30 km de la ciudad andaluza.
Los aspirantes
El primer candidato a alojar este nuevo centro de entretenimiento es el Capricho de Monachil, unas instalaciones construidas en el año 99 para albergar un casino precisamente, algo que al final no pudo llevarse a cabo. Lo más destacado de este complejo es que cuenta con espacios activos relacionados con la hostelería, el alojamiento y la celebración de eventos.
Así lo indica el gerente de El Capricho, Gregorio López, que destaca el hotel de lujo, las salas para espectáculos y los restaurantes que posee las instalaciones, además de la gran experiencia de la empresa en la organización de actos sociales:
Poseemos un complejo muy consolidado que, además, se halla en el anillo de Granada, lo que aporta un plus de discreción a los potenciales clientes. Nosotros estamos prácticamente listos para darle al ‘play’, ya que tan sólo hay que acometer el arreglo de techos y de suelos para extender todo el cableado que precisa la maquinaria. Lo tenemos todo montado.
El segundo postulante lo encontramos en un edificio que el grupo Orenes posee dentro del centro empresarial de Rolifa en Armilla, el antiguo gimnasio Fitness First. De hecho, el enclave tiene la aprobación de la propia alcaldía de la localidad, que estuvo analizando el impacto que tendría el negocio en la zona.
El edil de Armilla, Gerardo Sánchez, ha indicado que las instalaciones reúnen todos los requisitos necesarios y que de confirmarse el proyecto, esto supondría una importante inyección laboral para los habitantes de la localidad:
He hablado con alcaldes que tienen instalaciones de este tipo en el centro urbano, aunque en este caso no es así, y todos me han indicado que no se generan problemas de orden público. No hay estación de metro cercana, pero esto no es inconveniente porque, según los promotores, su público objetivo se desplaza en taxi.
La tercera posibilidad es que el casino se instale finalmente junto al Hotel Camino de Granada y sea gestionado por la multinacional española Cirsa. La empresa, líder del sector en nuestro país y con una larga trayectoria en la industria de los juegos de azar, encuentra en el proyecto granadino una oportunidad especial por las connotaciones territoriales del mismo.
El desenlace
A pesar de que la resolución no se conocerá en breve -de hecho la Junta tiene un período mínimo de nueve meses para analizar las propuestas y decidir la que mejor se ajuste al proyecto- el juego ya ha dado comienzo. Ahora corresponde a las administraciones públicas la evaluación de todos los informes y tomar una decisión final, que esperemos se haga efectiva antes del verano de 2018.