El bingo, además de ser un popular juego de casino, es una forma de pasar un buen rato entre familiares y amigos. De hecho, jugar al bingo en determinadas épocas del año o fechas concretas se había vuelto prácticamente una tradición en muchas casas españolas.
En este caso, no se jugaba con dinero real, sino que se utilizaban habichuelas o lentejas como «fichas». Es decir, se jugaba por pura diversión, para pasar un divertido rato junto a los seres queridos mientras los implicados se ponían al día de lo acontecido meses atrás.
Esto era así porque, en muchos casos, el encuentro reunía a miembros de una familia o grupo de amigos que se veían después de un largo tiempo. Ahora, gracias a las aplicaciones de mensajería rápida como WhatsApp u otros programas de videollamadas como Zoom, resulta más sencillo tener un contacto con familiares y conocidos que están lejos. Antes no era así.
Por lo tanto, jugar al bingo era una excelente excusa para tener una agradable conversación con seres queridos y ponerse al día de lo que acontecía en sus vidas. En esta ocasión, queremos dedicar nuestro artículo a tres momentos especiales en los que la familia o los amigos jugaban al bingo, recordaban tiempos pasados y contaban al resto de los invitados la actualidad de sus vidas.
Navidad
Navidad suele ser una de las fechas marcadas en rojo en el calendario de prácticamente la totalidad de la población española. Se trata de una fecha en la que la familia se reúne alrededor de una mesa para disfrutar de una cena mientras comparte sus experiencias pasadas en el año. Lo mejor viene detrás de la cena, cuando en la TV se escucha música de fondo de algún programa especial. En ese momento, es una gran ocasión para sacar el viejo bingo y jugar algunas partidas todos reunidos.
Como no se juega con dinero real, lo importante en estos casos es disfrutar de la velada con una conversación amena. En cualquier caso, siempre gusta ganar las habichuelas en juego y presumir de ello ante algún familiar (habitualmente cuñado) con un gen competitivo por encima de lo normal.
Nochevieja
La noche previa al 1 de enero es otro momento en el que las reuniones familiares se multiplican por toda España. Nochevieja es un momento para recordar a los seres queridos que ya no están entre nosotros, hablar de los que esperamos del nuevo año y proponerse diferentes retos que cumplir (que normalmente nunca se cumplen). En cualquier caso, es una noche para establecer una serie de propósitos e intentar cumplirlos.
Después de las campanadas, las uvas y un poco de baile, para muchos también resulta un momento fabuloso para colocar sobre la mesa el bingo, repartir cartones a los invitados y hacer girar las bolas dentro del bombo. La noche probablemente se alargue y los nuevos propósitos tengan que posponerse hasta el día dos… o el diez. Pero, ¡qué más da!
Día de Reyes
Para finalizar, el juego del bingo siempre ha sido un regalo muy recurrente entre los regalos de este día de Reyes. Las abuelas siempre han tenido especial predilección por recibir un bingo como regalo en esta fecha tan especial. Este siempre quedaba a buen recaudo en la casa familiar y se sacaba en cualquiera de las fechas que hemos mencionado… o se estrenaba el mismo día de Reyes.
De cualquier forma, cuando del envoltorio de regalo aparecía una caja con un bingo, la algarabía estaba asegurada. Eso significaba una tarde de juego en familia y un «pequeño tesoro» que guardar para momentos especiales en los que los seres queridos volvían a casa después de muchos meses fuera.
El bingo no es solo un título para jugar en tu salón de juegos o tu casino online preferido, sino que ofrece una vertiente lúdica muy recurrente entre la población española. Como te hemos mostrado, el bingo es un juego al que se puede jugar con familiares y amigos en determinadas épocas especiales del año. No se trata de jugar para ganar dinero, sino como excusa para pasar un buen rato con las personas que más quieres.